martes, 13 de mayo de 2025

Homo Religiosus

 

El Seminario Permanente de Investigaciones sobre Religión (SPIR), de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), organizó su segunda jornada sobre filosofía de la religión.  En el marco del proyecto de investigación: La filosofía del presente. Experiencia y acción en el pragmatismo clásico, Isela Peña, Ricardo Laviada y Edgar Sandoval, profesores de la UACM y miembros del Centro de Estudios en Interpretación y Significación (CEIS), participaron en el primer día de dichas jornadas el pasado martes 6 de mayo en el Aula Magna A del Plantel Cuautepec.

La doctora Isela Peña presentó la ponencia “Danza y ritualidad como detonantes del homo spiritualis” mediante los registros visuales en el arte rupestre a la práctica de los vetiches. La profesora aborda el pragmatismo de William James en el campo de la música y del arte rupestre. Parte del homo spiritualis desde el pragmatismo para esclarecer conceptos de vivencia espiritual estática ligada a la religiosidad individual y colectiva, conectada desde la música y la danza haciendo vínculo con los conceptos del pragmatismo.

Por su parte, los profesores Ricardo Laviada y Edgar Sandoval presentaron “Orígenes del homo Spiritualis y la experiencia religiosa en William James”. Ricardo Laviada parte con una reflexión sobre los orígenes de la humanidad y la cultura destacando la importancia del pensamiento simbólico y el lenguaje. Menciona al arqueólogo Jean Clottes, especialista en arte rupestre y quien sugiere nuevos significados en la comprensión de los orígenes del ser humano y la clasificación de nuestra especie, planteando preguntas sobre el propósito y el significado de las pinturas rupestres. Introduce, además, la relación con el pragmatismo, que estudia las consecuencias para entender los significados y valorar las acciones.

Edgar Sandoval mencionó “cómo la verdad es más que adecuación. James con la psicología integró a su vez el análisis de lo religioso en la creencia, la experiencia y la acción, al punto de fundar la psicología de la religión y adherir su pragmatismo a la filosofía de la ciencia, así como a la filosofía de la religión”. En su intervención considera que el pragmatismo propone la evidencia de un mundo espiritual. Con la perspectiva pragmatista de William James la experiencia religiosa, así como la experiencia mística, conducen a una verdad.

Compartiendo mesa, el Doctor Alejandro Ríos, profesor de la UAM-X, presentó “La vitalidad del mito en la actualidad”, en su presentación señala que la religión es la esencia del hombre y determina que lo que se estudia no es la religión sino la religiosidad y esta se encuentra en la estructura cívica del hombre. El Dr. Ríos presenta un estudio antropológico donde afirma que el mito es la creación del sentido humano. Afirma, con base en autores como Mircea Eliade, que el hombre, además de ser un animal de signos, es un animal de vida simbólica y a través de estos símbolos regulamos nuestros hábitos en donde nuestras pasiones, emociones y la vida animal del ser humano se canalizan en una vida cultural.

Agradecemos al Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México el apoyo y las facilidades para realizar dicho proyecto de investigación.

12 de mayo de 2025.

Reseña elaborada por: Mónica Rodríguez Rodríguez, estudiante de Filosofía e Historia de las Ideas en la UACM y prestadora del Servicio Social en el Centro de Estudios en Interpretación y Significación de la UACM.



 

 


 

 


 

 

 

 



lunes, 5 de mayo de 2025

Seminario La filosofía del presente. Experiencia y acción en el pragmatismo clásico

 

“Lo divino es experimentable”

John Dewey

El lunes 28 de abril se llevó a cabo, en el Centro de Estudios en Interpretación y Significación, salón 7, del Centro Cultural Casa Talavera, la segunda sesión del Seminario La filosofía del presente. Experiencia y acción en el pragmatismo clásico. La presentación, a cargo de los profesores Ricardo Laviada y Edgar Sandoval, analizó la influencia del pragmatismo en México, en especial de autores como W. James, C. S. Peirce y J. Dewey. De igual modo se examinó cómo dichos filósofos dieron pauta a muchas corrientes humanísticas, filosóficas y científicas en EU. Ricardo Laviada en su intervención mencionó que quizás hay más receptividad en los filósofos norteamericanos a principios del siglo XX porque algunos autores del exilio español como José Gaos y otros, tradujeron libros de Dewey al español y los editaron en el Fondo de Cultura Económica. Dewey vino al menos dos veces a México, pero nos volteamos más a la filosofía alemana, analítica, francesa. Para Laviada: “Existía cierto rechazo a la filosofía norteamericana, se le asocia al capitalismo a la dominación imperialista y estos autores no son necesariamente los que justifican estas cosas”. Por su parte, Edgar Sandoval agregó, más que asociarlo con una noción imperialista, al pragmatismo se le tiene que asociar con una cuestión funcional y práctica, sin embargo, lo práctico se ve en términos negativos. El término práctico está en el propio nombre del pragmatismo. Para Sandoval: el pragmatismo tiene que ver con una reflexión profunda sobre la acción.

[1] Este seminario es parte del proyecto de investigación: La filosofía del presente. Experiencia y acción en el pragmatismo clásico. Agradecemos al Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México el apoyo y las facilidades para realizar dicho proyecto.


En el marco de la discusión del texto de Mead: Filosofía del presente se esclarece el concepto de acción y de experiencia. Nos preguntamos entonces, ¿qué es la acción y qué es la experiencia para el pragmatismo clásico? Para responder dicha pregunta abordamos en la segunda sesión del seminario el texto “Creencia y acción en la Filosofía Pragmatista de la Religión”, del filósofo José Miguel Esteban Cloquell, que se encuentra en el libro: La crítica pragmatista de la cultura. El autor habla de la diferencia entre la experiencia en términos positivistas, que es como se venía trabajando en el mundo británico y francés, incluso en el alemán: la experiencia tomada como los sense data (datos de los sentidos), que restringen y deshumanizan la noción de experiencia. Los pragmatistas apelan a una noción más amplia de experiencia, con lo que demostraron una mejor comprensión de la actividad de la ciencia, que los mismos cientificistas (Esteban, 2001). El concepto de experiencia del positivismo se reduce a lo observable y el concepto de experiencia del pragmatismo es mucho más amplio: Todo individuo está involucrado en la experiencia, al pragmatismo le interesan no solo los sentidos, sino una perspectiva orgánica e integral de la experiencia.

Entre intervenciones de los presentes, se reflexionó sobre los conceptos de creencia, incertidumbre, certeza, así como acción y lo religioso en el pragmatismo. Se analizó el concepto de fe en Dewey relacionado con la democracia, señalando que hay una especie de confianza. Si la sociedad no tuviera esa fe, no podría funcionar, la democracia no podría funcionar y es desde ahí que lo que trata de rescatar de la religión es su dimensión ética y su moralidad. Está de acuerdo en que ya no puede ser la religión el centro de todo, pero no porque tengamos una racionalidad científica y un conocimiento moderno, tendríamos que abordar la dimensión ética y moral del sentido religioso, pues este instaura una seguridad con el otro, una fe al otro, un amor al prójimo, una confianza y sobre todo una responsabilidad.

Para principios del siglo XX la ciencia ha hecho lo que se ha dado en llamar el desencantamiento del mundo, eso hace que el lazo social, la fraternidad, la confianza hacia el otro, que el amor al prójimo está años luz de lo que ya estaba en el mundo religioso, porque el mundo religioso instaura una seguridad con el otro, una fe al otro, un amor al prójimo, una confianza y sobre todo, una responsabilidad y eso lo están proponiendo los pragmatistas. El conocimiento social no es desaparecer la incertidumbre, es lograr navegar con un grado de certidumbre. Habría que ver en la visión de Dewey dónde queda esa incertidumbre. Dewey afirma que los humanos necesitamos un grado de certeza para poder existir y que hemos buscado de diferentes maneras, y en la historia humana se puede ver un recorrido de a qué cosas hemos recorrido, mitos, religión y que la ciencia no se vuelva sustituto de esta cuestión. Dewey propone una emancipación de los elementos religiosos, el crecimiento ético que impulsa a una selección de valores en función de la experiencia, un reconocimiento de carácter práctico, frente al idealismo ontológico que convierte los fines de la fe y de la acción en un credo intelectual (Esteban, 2001, pág. 67).

Esta lógica es una lógica de la investigación científica, es una lógica de la productividad de la ciencia como una especie de construcción común a lo largo del tiempo en situaciones específicas a las que se enfrenta el científico. No existe un método que sirva para todas las épocas, sino que aprendemos de la experiencia. Algo que también se da en el sentido común; aprendes de tus errores. Así sucede en la ciencia, aprendemos de la experiencia y esa experiencia colectiva de la ciencia se va refinando, se va corrigiendo con el tiempo histórico, no tenemos una manera de investigar que sea siempre igual, sino que se da, hay un aprendizaje histórico y social. Dewey descalifica lo que denomina “el Dios personal”. Un ser que combina la

omnipotencia con el summum bonum (el bien supremo). Proponiendo en su lugar analizar lo divino no como una realidad aparte, sino como algo unido a todas las fuerzas y condiciones naturales, incluyendo al hombre y la asociación humana, para fomentar el crecimiento que contribuya a su realización. “Según la frase célebre de Heidegger, sólo un dios puede salvarnos del nihilismo tecnológico. Según Dewey, no hay que buscar muy lejos: siempre lo hemos tenido ahí delante, decidamos llamarle Dios o no, pues lo divino es experimentable”. (Esteban, 2001, p. 69).

La cuestión de la experiencia permite enfrentar lo que se te presenta. Dewey lo que busca es un punto intermedio entre el determinista y el indeterminista.

Reseña elaborada por: Elsa Areli Campos Villarreal estudiante de Filosofía e Historia de las Ideas en la UACM, así como Mónica Rodríguez Rodríguez, estudiante de Filosofía e Historia de las Ideas en la UACM, y prestadora del Servicio Social en el Centro de Estudios en Interpretación y Significación de la UACM.













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